La activa Iglesia Católica constituyó Sampablo Films, distribuidora de películas en colegios e institutos religiosos, además de las parroquias y el Noticiero Panamericano incorporó el Ferraniacolor a las entregas semanales.
En los Estados Unidos comenzó a imponerse la pantalla grande, el célebre Cinemascope, una nueva competencia (junto a la televisión) para el teatro.
Continuó la saludable costumbre de representar obras de origen teatral, incorporando varias de autores nacionales. El Teatro universal con puesta de José Cibrián, permaneció siete meses en el aire, con Campoy-Cibrián al frente del elenco, acompañados por Raúl Rossi, Pepita Meliá, Jesús Pampín y Carmen Cam-poy entre otros. Pudo verse la obra de autores españoles (García Lorca, Casona, los hermanos Alvarez Quintero), italianos (Sergio Pugliese) y franceses (Charles Vildrac).
La novedad más significativa fue Las grandes obras del teatro argentino con puesta de Eduardo Cuitiño, dirección de Juan Manuel Fontanals, y elenco encabezado por Cuitiño y su joven esposa, Irma Roy (o Roig, ambos tan lejanos de su itálico apellido real, Guglielmo). Sánchez Gardel, Martínez Payva, Tálice y el chileno afincado en la Argentina Armando Moock fueron algunos de los autores seleccionados.
Desde la exigente revista teatral Talla, en su número 4, de enero de 1954, Mario A. Gru elogiaba ambos ciclos: "En 1953 los teleteatros han tenido dos valiosos exponentes cada uno en su tipo. El teleteatro universal tuvo un inteligente director, José Cibrián, quien ofreció versiones de importantes obras de teatro mundial, con mayor o menor suerte pero siempre con la vista puesta en su jerar-quización. El ciclo de teatro argentino contemporáneo con Eduardo Cuitiño y un gran elenco, ofreció una serie de obras, novedad quizá para las nuevas generaciones y grato recuerdo para quienes las gustaron en los escenarios. En esta forma, haciendo conocer el teatro de la humanidad, la TV cumple su obra cultural ".
Completaron la oferta proveniente del teatro Obras del teatro universal (los domingos a las 21.00), Ciclo de teatro universal (los jueves a las 21.00, con una versión de "Sancho Panza " protagonizada por Raúl Rossi), el Teatro breve con puesta de Ana María Campoy, con dos intérpretes hasta entonces de apoyo en roles protagónicos (Nelly Beltrán y Raúl Rossi), los Entremeses de los domingos a las 19.30 y la presencia de Berta Singerman los domingos a las 22.00, sin mayores precisiones.
Como algunas obras se emitían íntegras desde el teatro, surgió el lógico temor de que mermara la cantidad de concurrentes a las salas. Buen reflejo es el comentario de Patoruzú (2.6.52), que estimaba que funcionaban 4.000 televisores: "Todos los días, los programas de televisión ofrecen una obra teatral, captada directamente de las principales salas. Ello ha creado una especie de psicosis de T.V. entre las grandes figuras del teatro, que miran con mal disimulada contrariedad las cámaras que las enfocan desde los palcos, para llevar la obra a todos los hogares de la capital ".